Las condiciones meteorológicas invernales extremas entre 2008 y 2015 pusieron a prueba la planificación de la vialidad invernal en muchas partes del mundo. Un frío invernal inusual y unos episodios significativos de nieve causaron alteraciones en el transporte y captaron la atención de los medios internacionales. Partiendo de estos retos surgió la oportunidad de aprender más sobre el servicio prestado al usuario de la carretera y mejorar dicho servicio. Este informe documenta la buena práctica y se puede utilizar como ayuda para obtener un mayor desarrollo y resiliencia de la vialidad invernal.

Los veintidós estudios de casos identificados en este informe indican las medidas que podrían ser implementadas por la autoridad vial. Existen prácticas específicas que podrían ser adoptadas y también ideas más conceptuales que requerirían mayor desarrollo.

El uso de la evidencia en este informe sugiere que los operarios de las carreteras deberían estudiar sus actividades en el contexto de los ocho puntos clave siguientes:

1. comprender el riesgo:;
2. estar preparados para los riesgos "más allá del ;
3. servir de enlace con los demás;
4. establecer un procedimiento de mando;
5. comunicarse efectivamente;
6. aprovechar las nuevas tecnologías;
7. mejorar continuamente el funcionamiento;
8. acceder al conocimiento especializado.