Las infraestructuras de transporte son vulnerables a amenazas como los peligros naturales y los provocados por el hombre, y cada organismo debe mejorar su propia capacidad para responder de forma adecuada y decisiva a los desafíos repentinos e imprevistos que afectan al funcionamiento de las infraestructuras. Es fundamental que los países aprendan de las experiencias pasadas para formarse una opinión compartida sobre el posible desarrollo futuro de las redes de transporte y sobre cómo mejorar los enfoques de gestión actuales para que sean flexibles y adaptables para hacer frente a las amenazas futuras, que probablemente serán más dañinas debido al cambio climático. Sin embargo, la complejidad de los enfoques que se están desarrollando depende de la experiencia del operador de carreteras con los peligros naturales. Por lo general, el desencadenante de la mejora de los procedimientos actuales está relacionado bien con un suceso de peligro reciente que haya tenido un grave impacto en los usuarios de la red y en la sociedad, bien con un suceso de menor magnitud que se produzca con frecuencia y sus consecuencias.
El informe muestra que los propietarios/operadores de carreteras aplican actualmente medidas dirigidas a la evaluación del rendimiento de los activos, la protección de las infraestructuras, la conservación y la recuperación tras los fallos, lo que sigue la línea de un marco basado en la resiliencia. Sin embargo, es necesario adoptar la resiliencia como un componente central de la toma de decisiones. Esto proporcionará información valiosa sobre las vulnerabilidades potenciales de la red y la capacidad de la infraestructura para resistir y recuperarse de las perturbaciones. Esta importante información ayuda a las agencias viarias a priorizar los proyectos de mantenimiento fomentando la sostenibilidad a largo plazo y la adaptabilidad de sus activos de infraestructura frente a las amenazas.
La terminología utilizada en el informe y los antecedentes sobre la evaluación de los aspectos de resiliencia: robustez, redundancia, rapidez de respuesta e ingenio se tratan al principio, mientras que el cuerpo principal del informe es una recopilación de ejemplos de la práctica sobre medidas para mejorar los aspectos de resiliencia. Los enfoques en la práctica comprenden la planificación de medidas de mantenimiento preventivo, que tienen como objetivo la reducción de las magnitudes de las amenazas, la mitigación de la probabilidad/tasa de fallos de los activos y, además, la mitigación de las consecuencias de los fallos y las medidas de recuperación. Al final del informe se analizan los enfoques a nivel de agencia que incorporan aspectos de resiliencia en un proceso de toma de decisiones. La variedad de ejemplos presentados permite que un amplio público de propietarios/operadores de infraestructuras viarias procedentes de países de ingresos bajos a altos pueda relacionarse con cuestiones similares y aprender de la experiencia de otros.