La gestión de activos permite a las organizaciones obtener valor de sus activos. Hace hincapié en un enfoque estructurado a través de la planificación y la toma de decisiones basadas en el riesgo y en la información, transformando los objetivos de la organización en planes de gestión de activos viables. Un plan de ciclo de vida es esencial para maximizar la rentabilidad y gestionar eficazmente un activo desde su construcción hasta su eliminación.
La planificación del ciclo de vida mantiene un activo desde su construcción hasta su eliminación, prediciendo el rendimiento futuro en función de los escenarios de inversión y las estrategias de mantenimiento. El plan del ciclo de vida se basa en la documentación obtenida en las distintas inspecciones de los activos. Este plan muestra cómo cumplir eficientemente los requisitos de financiación y rendimiento, con el objetivo de minimizar los costes al tiempo que se garantiza el rendimiento deseado.
La planificación del ciclo de vida se aplica a todos los activos de infraestructuras viarias y varía en función de la madurez de la organización y de las capacidades del personal. Resulta especialmente beneficiosa para los activos de alto valor, costosos, de alto riesgo o críticos. Las situaciones complejas requieren datos de alta calidad y modelos predictivos, mientras que los escenarios con datos mínimos podrían utilizar un enfoque más simple y cualitativo basado en el riesgo.
La gestión de riesgos, que abarca tanto las amenazas como las oportunidades, amplía la definición de riesgo más allá de su alcance tradicional. La ISO describe el riesgo como «el efecto de la incertidumbre sobre los objetivos», reconociendo tanto los resultados positivos como los negativos. Esta perspectiva ampliada sitúa la gestión del riesgo en una posición crítica para la asignación estratégica de recursos y el éxito de la organización.
La Asociación Mundial de la Carretera (PIARC) sugiere considerar la gestión del riesgo como «gestión de oportunidades», un concepto adoptado desde hace tiempo por la gestión financiera. Por consiguiente, la gestión de riesgos va más allá de la mera protección de una organización frente a las amenazas; también implica equilibrar la evitación de riesgos excesivos con la búsqueda de oportunidades dentro de unos umbrales de riesgo aceptables. La English Road Organization hace hincapié en una doble responsabilidad en la gestión de riesgos: salvaguardar al público frente a peligros potenciales e identificar, evaluar y aprovechar proactivamente las oportunidades beneficiosas.
El objetivo de este informe es detallar la integración de la gestión de riesgos dentro de la gestión de activos, abarcando la identificación, el análisis y la mitigación de los riesgos asociados a los activos críticos.
Este debate abarca temas de gestión de riesgos y del ciclo de vida de los activos, ilustrando la integración de diversos factores de riesgo en las estrategias de gestión de activos y en la toma de decisiones. Por ejemplo, la asignación de recursos a activos esenciales garantiza la accesibilidad a comunidades remotas, lo que pone de relieve la importancia de la preparación ante posibles fallos de los activos. Además, el informe profundiza en la planificación del ciclo de vida como componente básico de la gestión contemporánea de activos, haciendo hincapié en la importancia de la modelización, la planificación, la inversión, la asignación de recursos y el establecimiento de una estrategia completa del ciclo de vida.