La crisis de Covid-19 y sus impactos en el sector vial fueron analizados en profundidad por el equipo de intervención dedicado de PIARC, que ha podido publicar un excelente informe en profundidad. Este informe enfatiza que las carreteras son una parte importante del sistema de transporte y un servicio esencial. Es por eso que las carreteras deben desempeñar un papel en la transición hacia la movilidad sostenible.

La innovación será fundamental. Por ejemplo, una mejor gestión del tráfico puede aliviar la congestión, lo que puede reducir las emisiones de GEI. Los datos pueden ayudar a los usuarios a tomar las decisiones correctas de transporte y de modo de transporte, o decirles a los conductores de camiones dónde están las duchas, mientras que la realidad virtual permite a los expertos acceder de forma remota a los lugares de trabajo, etc. Varios comités de PIARC identifican las mejores prácticas sobre estos temas. Sin embargo, la digitalización no es una solución milagrosa, ya que la infraestructura física sigue siendo vital. La mayoría de los servicios innovadores (coches eléctricos, movilidad compartida, vehículos motorizados de dos ruedas ...) necesitan carreteras en buen estado para funcionar, y el transporte de mercancías también depende de las carreteras y las calles. Además, no olvidemos que ocurren fallos imprevistos de las infraestructuras, también en países de altos ingresos, como presenta un informe de PIARC de 2018, y pueden interrumpir el tráfico durante 12 meses o, a veces, más. ¿Cómo podemos evitar que esto suceda?

Como se presentó en un informe reciente del Foro Internacional de Transporte (FIT), ahora es el momento de invertir en proyectos de infraestructura y mantenimiento. De hecho, la crisis actual ha hecho que muchas personas sean conscientes de nuestras vulnerabilidades, incluidas las de los sistemas de transporte. La resiliencia y la adaptación al cambio climático son ahora reconocidas por todos como importantes prioridades vitales, y en PIARC las hemos identificado como temas transversales. La urgencia es real y si no actuamos corremos un riesgo real de que el sistema de transporte en su conjunto pierda gradualmente su eficiencia y colapse.

Los gobiernos y las partes interesadas tienen la tarea de generar confianza, asignar las inversiones de manera inteligente, utilizar modelos y pronósticos de transporte adecuados y desarrollar un enfoque centrado en el cliente. En particular, el sector de las carreteras debería esforzarse por llegar a todos los usuarios del transporte: mujeres y hombres, usuarios con discapacidad, etc. Citando el FIT: "La acción climática no debe empeorar la situación de las personas vulnerables, sino apuntar a fortalecer la equidad social". Esta es una dirección en la que PIARC está feliz de ir.