Mucho antes de la difusión de los conceptos de «big data», «vehículos conectados» y «el Internet de las cosas» un grupo de ingenieros automovilísticos y viales se reunieron para explorar las oportunidades que este desarrollo de la tecnología de información y telecomunicación podría tener en sus negocios. El grupo se estableció como un Grupo de Trabajo Conjunto (Joint Task Force, JTF) entre la Asociación Mundial de la Carretera (PIARC) y la Federación Internacional de Sociedades de Ingeniería Automotriz (FISITA). Ambas organizaciones comparten el objetivo común de optimizar el transporte por carretera mediante los avances de la tecnología y en beneficio de la sociedad. En concreto, el JTF se encargó de analizar la relación entre el vehículo conectado y la gestión de la red vial. Su informe The Connected Vehicle (El vehículo conectado) fue publicado en 2012 . En el presente artículo, elaborado por los editores del informe, se incluye el resumen de las principales conclusiones, que puede servir de contexto para los recientes desarrollos.