El transporte por carretera reviste gran importancia para el desarrollo sostenible. En Francia, representa el 8% del empleo, el 13% del PIB, 45.000 millones de euros de ingresos fiscales anuales, el 10% del presupuesto financiero de los hogares y el 5% de su presupuesto de tiempo, además de un tercio del consumo de energía y de las emisiones de carbono del país. Por todo ello, el mantenimiento óptimo de la red de carreteras de acuerdo con los objetivos de sostenibilidad y con presupuestos cada vez más limitados requiere una herramienta de toma de decisiones adecuada. Las herramientas de gestión patrimonial vial se centran en aspectos técnicos y financieros. Los métodos recomendados por el ministerio francés encargado del transporte (cálculo socioeconómico, estudio de impacto medioambiental) solamente evalúan de forma parcial el rendimiento social y medioambiental de los proyectos de construcción. Además, la ralentización general del mantenimiento de las carreteras en los últimos 20 años ha ido acompañada de una deformación de las calzadas, lo que a su vez ha provocado un aumento del consumo de los vehículos - de hasta un 12% más de carburante, un 8% más de neumáticos y un 120% más de piezas de suspensión - debido a la interacción entre la calzada y los mismos. Frente a esta situación, el arbitraje sostenible de las estrategias de mantenimiento debe integrar al conjunto de las partes interesadas, del ciclo de vida vial y de las interacciones entre la calzada y los vehículos. Aquí presentaremos un método innovador que responde a este reto y a continuación lo aplicaremos a una sección de autopista francesa para obtener conclusiones relativas al impacto de las inversiones en autopistas en términos de sostenibilidad. Finalmente, aportaremos algunas pistas para la mejora del sistema de mantenimiento de las autopistas francesas.