Resulta especialmente difícil evaluar la multiplicidad de efectos que las medidas de las infraestructuras de transporte tienen en el paisaje, ya que las estructuras de transporte previstas pueden extenderse por amplias áreas de una región e influir en los futuros usos del suelo. La construcción de nuevas carreteras, vías férreas y estaciones permite acceder a nuevas zonas, que se desarrollarán tanto en términos de vivienda como en términos industriales. Por ello, la localización de las estructuras de transporte afecta a la explotación y al uso del suelo y podría afectar también a las propiedades naturales, culturales, sociales y estéticas del paisaje. A nivel de políticas nacionales (en Suecia, por ejemplo) los objetivos medioambientales condicionan el futuro desarrollo de dichas propiedades. En estas circunstancias, es más importante que nunca considerar el paisaje como un aspecto determinante en la planificación de las estructuras de transporte. Este artículo presenta los principales resultados de un proyecto de investigación sobre la toma en consideración del paisaje en la planificación estratégica de las infraestructuras de transporte en Suecia.