Este informe técnico surge de una recopilación de estudios de casos relativos a la gestión de catástrofes en diferentes países del mundo; el objetivo es analizar las herramientas y actividades que potencialmente podrían proporcionar un proceso de gestión de recursos financieros más integrado y eficaz durante acontecimientos naturales extremos.

De hecho, muchos estudios han demostrado cómo en los últimos años ha aumentado la gravedad y la frecuencia de las catástrofes naturales y cómo con ello han aumentado las pérdidas humanas y económicas.

Recientemente, los daños económicos causados por fenómenos extremos en regiones templadas han sido mayores que los causados por fenómenos de la misma intensidad en zonas tropicales. Esta circunstancia puede explicarse teniendo en cuenta que las zonas templadas están menos preparadas para las catástrofes extremas, mientras que las regiones tropicales, sobre todo las situadas en la parte más rica del mundo, han desarrollado mecanismos para reducir los efectos adversos de los fenómenos extremos.

La elección de recopilar distintas experiencias de gestión en casos reales obedece al deseo de compartir lo que han aprendido los países propensos a las catástrofes y cómo han mejorado sus capacidades de gestión.

En este informe, los estudios de casos se han dividido en dos capítulos diferentes, dedicados respectivamente a la preparación y la mitigación, y a la respuesta y la recuperación. Dentro de cada capítulo, los estudios de casos se han colocado en subgrupos, en función del tipo de catástrofe a la que se enfrentaron o de la técnica de gestión adoptada ; cada subgrupo va seguido de un breve comentario de los autores.

Lo que se desprende de este estudio es la necesidad de que cada administración de carreteras invierta en el desarrollo de nuevos sistemas de alerta y vigilancia para fenómenos especialmente extendidos como las inundaciones y las lluvias torrenciales, además de debatir continuamente la importancia de la preparación ante los terremotos. Para estos fenómenos, también se recomienda invertir en un servicio bien estructurado de recogida y almacenamiento de los impactos de las catástrofes. El análisis de los impactos conducirá entonces a la identificación de las mejores acciones a implementar para la reducción de riesgos y también guiará el proceso de reconstrucción.

Para los proyectos de renovación de infraestructuras, será necesario centrarse en la sostenibilidad, la movilidad ecológica y la resiliencia, al tiempo que se fomenta la creación de equipos interdisciplinarios de economistas, científicos medioambientales, ingenieros y planificadores del uso del suelo, con experiencia en el análisis de riesgos medioambientales y socioeconómicos.

Para los PBMI es aconsejable reforzar la preparación financiera para una recuperación y reconstrucción rápidas y eficaces, y establecer una legislación de emergencia que pueda simplificar el inicio de las obras en caso de catástrofe.

Recomendando que se sensibilice a la opinión pública sobre las cuestiones de gestión de catástrofes y que se promuevan seminarios, talleres, conferencias y publicaciones sobre este tema, creemos que en futuros ciclos de estudio de PIARC se podrán desarrollar y profundizar las ideas presentadas en este documento. Con este espíritu, ofrecemos este informe a todas las organizaciones miembros de PIARC, esperando que sirva de punto de partida para futuros debates sobre la gestión de catástrofes.