Este informe se centra en la capacidad de recuperación de las redes de carreteras en el contexto del cambio climático y de diversos peligros, haciendo hincapié en la necesidad de tener en cuenta los riesgos medioambientales, las amenazas crónicas y los choques agudos. Los peligros naturales se destacan como un importante reto mundial, y los fenómenos meteorológicos extremos y los daños medioambientales provocados por el hombre se consideran las amenazas más perjudiciales para las infraestructuras viarias. El informe reclama una atención urgente y una planificación estratégica, y anima encarecidamente a incluir una visión general de las catástrofes naturales recientes y su impacto en las redes de carreteras.

El propósito de este informe es explorar el concepto de resiliencia, más allá del cambio climático para considerar otros peligros. Como tal, se ofrece una colección diversa y representativa de los riesgos mundiales a través de una encuesta realizada por el CT 1.4 de PIARC y se apoya en la recopilación de más de 70 estudios de casos. La mayoría de las amenazas consideradas por el Grupo de Trabajo 1 fueron el cambio climático y los peligros naturales extremos relacionados con la meteorología, seguidos del envejecimiento de las infraestructuras. También se consideraron las catástrofes provocadas por el hombre y las ciberamenazas, lo que refleja un enfoque polifacético de la evaluación de riesgos.

Se exploran las complejas interrelaciones entre los distintos tipos de peligros, ofreciendo una comprensión matizada de cómo interactúan. El informe incluye la cobertura de las relaciones desencadenantes, las relaciones de amplificación y las relaciones compuestas, con amenazas crónicas y agudas que subrayan la necesidad de un enfoque integral.

También se exploran diversos impactos sociales que afectan tanto a la infraestructura física como a la comunidad en general. Se hace hincapié en los vínculos entre las diferentes amenazas y sus impactos, incluyendo un análisis de los costes económicos de las interrupciones, las implicaciones sociales del cierre de carreteras y los beneficios potenciales de una planificación proactiva de la resiliencia.

El informe también incluye la importancia de la participación de las partes interesadas como componente crítico de la planificación de la resiliencia, con una metodología esbozada para la identificación sistemática y el mapeo de los grupos interesados. La colaboración y la comunicación se destacan como esenciales para alcanzar los objetivos de resiliencia.

El informe concluye con conclusiones clave y ofrece recomendaciones para mejorar la capacidad de recuperación de las redes de carreteras. Se reclaman esfuerzos de colaboración, soluciones innovadoras y una planificación estratégica para hacer frente a los retos polifacéticos que plantean el cambio climático y los diversos peligros.

Este informe se ha basado en una recopilación de estudios de casos relevantes y en la experiencia de las mejores prácticas de los países a la hora de abordar los impactos del cambio climático en las infraestructuras de transporte por carretera y en el funcionamiento de las redes. Durante el ciclo cuatrienal de PIARC, el CT celebró una serie de talleres y seminarios para mejorar aún más la aportación de estudios de casos y experiencias relevantes para la elaboración de este informe.